El compositor mexicano Silvestre Revueltas (1899-1940),
compuso este cautivante poema sinfónico llamado Sensemayá de música afro-caribeña, que desde hace unos años se ha hecho un favorito de las salas de concierto. Se
dice que el músico se inspiró en el poema homónimo escrito por el poeta cubano
Nicolás Guillén (1902-1989).
La obra fue escrita en 1938. Sorprende la variedad de ritmos
de esta composición de Revueltas, la
cual está mayormente escrita en un compás de amalgama de 2+2+3, que coincide
con la acentuación de ciertas partes del poema (por ejemplo: Mayombé, bombé, mayombé.
Francisco Rivero. Revueltas. 2013. |
En cuanto a Nicolás Guillén, este publicó en 1934 una serie de 17 poemas con el
título de West Indies Ltd. Uno de ellos, "Sensemayá" (canto para matar a una culebra), fue descubierto
por Revueltas al escucharlo de viva voz del poeta. Ahí el músico sintió la
enorme cadencia y ritmo que el estribillo inicial poseía: Mayombé-bombé-mayombé! Mayombé-bombé-mayombé!
Es innegable la influencia de la Consagración de la Primavera (1914) de Igor Stravinsky. La
comparación con esta obra es necesaria, pero en nada la desmerece. Cada artista
es libre de usar todos los recursos existentes a su alcance. La música del Caribe
con su gran riqueza de ritmos y percusión, jamás hubiese podido entrar en el
cauce de la música clásica, si antes el genio de Stravinsky no hubiese liberado
al ritmo.
Discografía:
Bernstein century. Latin American Fiesta. Sensemaya. New
York Philharmonic. Sony. 1998.
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