jueves, 9 de mayo de 2013

Charles Koechlin: Maestro de la orquestación.

La música de Charles Koechlin (1867-1950) es poco conocida. Quizás este olvido sea involuntario. De cualquier manera, su obra ha permanecido algo opacada por la de sus contemporáneos más famosos e innovadores como Debussy y Ravel. Su música ligera de exquisito gusto impresionista, flota en el aire como un poema inconcluso  hecho de frases algo inconexas, que se regodea en su propia belleza y, aunque nos deleitamos con ella,  parece no llevarnos hacia ninguna parte. Quizás esto explique el por qué no tuvo muchos seguidores durante su tiempo de vida, ni tampoco después. Sin embargo fue un gran orquestador.


Francisco Rivero. Koechline. 2013.





Este compositor francés nació en París en  1867.  Entre 1890 y 1898 estudió en el Conservatorio de París, donde fue discípulo de Taudou, Massenet, Gédalge y Fauré. En esta época compuso numerosas colecciones de melodías. En 1898 Fauré le encargó la orquestación de la música de escena de Pelléas et Mélisande. Poco después presentó sus primeras composiciones para orquesta, entre las que se encuentran La Nuit de Walpurgis classique (1901-1907) y L'Abbaye (1899-1908).
A partir de 1911 trabajó el género de la música de cámara, componiendo tres cuartetos de cuerdas, algunas sonatinas para piano y un quinteto para piano.  En esta época también compuso los ballets La Forêt païenne (1908) y La Divinne Vesprée (1917). Sus obras orquestales más importantes surgen a partir de 1925, entre éstas tenemos  los mpoemas orquestales La Course de Printemps (1925), La Méditation de Purum Baghat(1936) y La Loi de la Jungle (1939). Su Symphonie d'hymmes (1910-1933) fue galardonada con el Premio Cressent. En su última etapa vuelve a dedicarse principalmente a la música de cámara. Desde 1917 impartió clases tanto en París como en diferentes universidades de Estados Unidos de América. Como teórico escribió diversos tratados, como Traité de l'Harmonie (1928) y Traité d'orchestration (1944).
Koechlin compuso cinco sinfonías, siendo la más conocida su Sinfonía de las Siete  Estrellas (1933), inspirada por el mito de Holliwood. El estaba fascinado con las películas y escribió muchas bandas sonoras imaginarias para sus artistas predilectos, sobre todo con su amada Lilian Harvey. Su Sinfonía de las Siete Estrellas consta de siete movimientos inspirados en los actores Douglas Fairbanks, Lilian Harvey, Greta Garbo, Clara Bow, Marlene Dietrich, Emil Jannings y  Charlie Chaplin en los papeles más importantes del cine.
Esta obra de unos 43 minutos de duración, es de grata audición por la suavidad de terciopelo de sus melodías. Se inicia con una especie de rapsodia por parte del saxofón, la flauta y el flautín, acompañado de la orquesta que con los timbres exóticos de la percusión, crea un ambiente misterioso. Hay acordes tenues por parte del arpa hacia el final del primer movimiento que nos conducen hacia el siguiente en suave transición. La música se anima bastante en el cuarto movimiento Clara Bow et la joyeuse Californie, un scherzo divertido, con la participación de los cobres y las cuerdas. Marlene Dietrich es el quinto movimiento: el arpa de modo concertante nos envuelve en un suave adagio con tintes melancólicos. El último movimiento Charles Chaplin, evoca los rápidos cambios de humor y posiblemente los movimientos bruscos y epilépticos  del gran cómico.
Discografía:
Charles Koechlin. The Seven Star Symphony. Orquesta Sinfónica de Berlín. James Judd. RCA, Red Seal. 1996.





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