Francisco Rivero. Koechline. 2013. |
Este compositor
francés nació en París en 1867. Entre 1890 y 1898 estudió en el Conservatorio
de París, donde fue discípulo de Taudou, Massenet, Gédalge y Fauré. En esta
época compuso numerosas colecciones de melodías. En 1898 Fauré le encargó la
orquestación de la música de escena de Pelléas et Mélisande. Poco
después presentó sus primeras composiciones para orquesta, entre las que se
encuentran La Nuit de Walpurgis classique (1901-1907) y L'Abbaye
(1899-1908).
A partir de 1911
trabajó el género de la música de cámara, componiendo tres cuartetos de
cuerdas, algunas sonatinas para piano y un quinteto para piano. En esta época también compuso los ballets La
Forêt païenne (1908) y La Divinne Vesprée (1917). Sus obras
orquestales más importantes surgen a partir de 1925, entre éstas tenemos los mpoemas orquestales La Course de
Printemps (1925), La Méditation de Purum Baghat(1936) y La Loi de
la Jungle (1939). Su Symphonie d'hymmes (1910-1933) fue galardonada
con el Premio Cressent. En su última etapa vuelve a dedicarse principalmente a
la música de cámara. Desde 1917 impartió clases tanto en París como en
diferentes universidades de Estados Unidos de América. Como teórico escribió
diversos tratados, como Traité de l'Harmonie (1928) y Traité
d'orchestration (1944).
Koechlin compuso
cinco sinfonías, siendo la más conocida su Sinfonía
de las Siete Estrellas (1933),
inspirada por el mito de Holliwood. El estaba fascinado con las películas y
escribió muchas bandas sonoras imaginarias para sus artistas predilectos, sobre
todo con su amada Lilian Harvey. Su Sinfonía
de las Siete Estrellas consta de siete movimientos inspirados en los actores
Douglas Fairbanks, Lilian Harvey, Greta Garbo, Clara Bow, Marlene Dietrich,
Emil Jannings y Charlie Chaplin en los
papeles más importantes del cine.
Esta obra de unos 43
minutos de duración, es de grata audición por la suavidad de terciopelo de sus
melodías. Se inicia con una especie de rapsodia por parte del saxofón, la
flauta y el flautín, acompañado de la orquesta que con los timbres exóticos de la
percusión, crea un ambiente misterioso. Hay acordes tenues por parte del arpa
hacia el final del primer movimiento que nos conducen hacia el siguiente en
suave transición. La música se anima bastante en el cuarto movimiento Clara Bow et la joyeuse Californie, un
scherzo divertido, con la participación de los cobres y las cuerdas. Marlene Dietrich es el quinto
movimiento: el arpa de modo concertante nos envuelve en un suave adagio con
tintes melancólicos. El último movimiento Charles Chaplin, evoca los rápidos
cambios de humor y posiblemente los movimientos bruscos y epilépticos del gran cómico.
Discografía:
Charles Koechlin. The Seven Star Symphony. Orquesta
Sinfónica de Berlín. James Judd. RCA, Red Seal. 1996.
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