Francisco Rivero. Elliott Carter. 2013. |
Elliott Cook Carter Jr. nació en 1908 en Nueva York. Carter descubrió la música clásica gracias a su
amigo y mentor Charles Ives. Estudió más tarde inglés y música en la Universidad
de Harvard y en la Escuela de Música Longy , que contaba entre sus profesores
con Walter Piston. Entonces viajó a
París para estudiar con Nadia Boulanger, y al retornar a EE.UU., en 1935, dirigió
el Ballet Caravan.
Entre 1939 y 1941 enseñó física, matemática y griego
clásico, además de música, en el St. John's College en Annapolis, Maryland.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Carter trabajó en la
Oficina de Información de Guerra. Posteriormente cubrió puestos de enseñanza en
el Conservatorio de Peabody (1946-48), la Universidad de Columbia, el Queens
College, New York (1955-56), la Universidad de Yale (1960-62), la Universidad
Cornell (desde 1967) y la Juilliard School (desde 1972). En 1967 fue nombrado
miembro de la Academia Angloamericana de las Artes y las Letras.
El compositor de vanguardia Elliott Carter, ganador de dos
premios Pulitzer y cuya carrera musical se extendió a lo largo de más de ocho
décadas, falleció en Nueva York s a los 103 años, el 5 de Noviembre de 2012.
Las primeras obras de Carter están influidas por Igor
Stravinski y Paul Hindemith, ellas son
principalmente neoclásicas. Tuvo una preparación estricta y concienzuda en
contrapunto, desde la polifonía medieval hasta Stravinski, y esto lo muestra en
sus primeras composiciones, tales como el ballet Pocahontas (1938-9).
Su música de después de 1950 es típicamente atonal y
rítmicamente compleja, indicada por la invención del término modulación métrica para describir los
cambios frecuentes y precisos que encontramos en sus obras. Se inserta pues su música en la
corriente del Serialismo Integral, iniciada por Anton Webern y Pierre Boulez.
Entre sus composiciones más conocidas están Variaciones para orquesta (1954-5); el Doble Concierto para clavicémbalo, piano y
dos orquestas de cámara (1959-61); el Concierto
para piano (1967), escrito como regalo para el 85º cumpleaños de
Stravinski; el Concierto para Orquesta
(1969), y Una sinfonía de tres
orquestas (1976).
También ha escrito cinco cuartetos de cuerda, de los cuales
el Segundo y el Tercero ganaron el Premio Pulitzer de Música en 1960 y 1973,
respectivamente.
Su método de composición, como todo serialista, es de una operación
compleja que puede llevar meses o años, debido a la precisión casi matemática y científica con que
se trabaja. Quizás la etapa de pre-composición en donde selecciona series de acordes, familias de
melodías, secuencias de timbres y dinámicas sea la más meticulosa.
Pese a la derivación usualmente rigurosa de todo el
contenido tonal de una pieza de un acorde base, o de una serie de acordes,
Carter nunca ha abandonado el lirismo, y se asegura de que un texto sea cantado
inteligiblemente, a veces muy simplemente. Mientras parece que Carter arma rigurosos
sistemas para derivar el contenido de notas de una obra, se desvía de ellos en
ocasiones: nunca toda nota puede ser explicada con el mismo rigor como sucede,
por ejemplo, en Anton Webern.
Las grandes obras de la madurez de Carter están usualmente
construidas en torno a polirritmos gigantescos, e intenta expandir la noción de
contrapunto para agrupar simultáneamente diferentes caracteres, incluso
movimientos completos, más que sólo líneas individuales.
Cuarteto de
cuerdas No. 2
Su cuarteto de cuerdas No. 2 de 1959, fue comisionado por el
Cuarteto Stanley. Es una de las mejores obras de cámara del siglo veinte, digna
de figurar al lado de los cuartetos de
Bartok, Schoenberg y Shostakovich. Fue ganadora de tres premios: El Premio
Pulitzer, el de Nueva York en composición en 1961 y el Primer Premio de la Unesco en 1961.
En este cuarteto cada instrumento es una voz independiente.
Los instrumentos ejecutan pequeños fragmentos, acordes de acuerdo a un programa
general que controla los intervalos entre los acordes de cuatro notas (tetracordes).
Los cuatro movimientos están separados por cadencias para la viola, el
violonchelo y los dos violines. Hay un sentido de unidad y diálogo en donde se
plantean ideas y preguntas que son “respondidas” de manera burlesca en algunos
casos.
El Cuarteto No. 2 es una obra de unos 20 minutos de duración
y se estructura en 9 partes
1.
Introduction.
2.
I. Allegro fantástico
3.
Cadenza for viola.
4.
II. Presto Scherzando.
5.
Cadenza for Cello.
6.
III. Andante espresivo.
7.
Cadenza for violin I.
8.
IV Allegro.
9.
Conclusion.
Discografía:
Elliott Carter. The Four String
Quartets. The Julliard String Quartet. Sony.
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