El músico ruso de origen polaco Mieczysław Weinberg (1919-96)
es poco conocido, en comparación a sus contemporáneos más famosos como
Shostakovich, Prokofiev y Myaskovsky.
Sin embargo su música ha vuelto a escucharse después de su muerte y se le ha revalorizado en estos
veinte años. Contamos con buenas grabaciones
de sus sinfonías, música de cámara y conciertos, gracias a la esfuerzo de las casas disqueras como Olympia, Naxos, Chandos,.., etc.. Hoy en día está considerado como
uno de los músicos más prolíficos y creativos del siglo
XX.
Nació en Varsovia en 1919, hijo de un violinista y compositor
de un teatro judío en esta capital. A la edad de doce años comienza los
estudios formales de piano en el Conservatorio de Varsovia.
Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial, emigra a la
antigua URSS, viviendo primero en Minsk donde estudia con Vasily Zolotaryov (1872–1964), un alumno de Balakirev
y Rimsky-Korsakov. En 1941 se muda a Tashkent y trabaja en el teatro de la
Opera.
Amistad con Shostakovich.
Un punto de quiebre en su carrera ocurre en 1943
cuando completa su Primera Sinfonía y le envía la partitura a Shostakovich,
quien le responde manera entusiasta, invitándolo a Moscú, donde Weinberg iría a
permanecer hasta su muerte en 1996. A partir de entonces se convierte en su
amigo personal y alumno. La colaboración entre ambos músicos fue fructífera en
términos de una sana competencia en cuanto al número de obras: Shostakovich 15
sinfonías, Weinberg 22. Shostakovich 15 cuartetos de cuerda. Weinberg 17 cuartetos
de cuerda. Los dos amigos se mostraban sus partituras de nuevas obras a estrenar, tocaban a dúo el piano y discutían asuntos de composición y de estética.
La música de Weinberg posee fuertes raíces judías en
cuanto a los ritmos del folklore. Sin embargo no utiliza los timbres chocantes
ni las ironías, tan de moda en aquel medio artístico de occidente, como lo hizo Shostakovich. Su música es
discreta por el uso esencial de los medios sinfónicos, y profundamente humana. Posee una técnica mesurada,
sentimental y refinada, que logra expresar la sensibilidad de un gran artista
que vivió en una sociedad llena de traumas por las guerras y las persecuciones.
Las persecuciones.
Por tal motivo fue considerado injustamente y se le etiquetó como un músico
conservador, neoclásico y conformista. Un músico complaciente con la línea
oficial del partido insertada en el Realismo Socialista. Nada más alejado de la
verdad, como uno puede constatar cuando escucha sus obras con atención y
descubre elementos originales, valiosos
y de gran libertad creadora, que denotan una personalidad única.
Por ser judío soporto la persecución velada del
régimen socialista de la URSS, lo cual no impidió que compusiera operas basadas
en autores como Dostoyevsky, Dumas, Gogol
y George Bernard Shaw, las cuales tuvieron buena aceptación.
Como se
sabe, Shostakovich muere en 1975 y Weinberg le sobrevive por 21 años. Como
homenaje a su maestro compone su Sinfonía No. 12, con temas que recuerdan los
del gran músico.
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