Oriente
y occidente: dos culturas distintas que se rechazan y a la vez se complementan.
Dos maneras de ver el mundo y entender la vida. La razón que ilumina y aclara
las cosas relativas al tiempo y al espacio como la geometría euclideana versus
la intuición que viene desde lo desconocido y carece de reglas y
procedimientos. La música occidental siempre tratando de vencer al tiempo y al
silencio, inventando sus propios sonidos con instrumentos que generan escalas
regulares, con ritmos artificiales marcados por un reloj. La música oriental,
por otro lado, con sonidos naturales, es como un suave murmullo de la naturaleza, el
suave rumor de las hojas en el bosque, otras
veces se enfurece como el rayo furioso que cae del cielo. La fuerza avasallante
de los ríos. La mística quietud de los lagos.
Francisco Rivero. Hovannes. 2017. |
La música oriental.
El
compositor Alan Hovhaness (1911-2000) ha sido uno de los pioneros en
imponer una tendencia la cual busca
mezclar la música occidental con la oriental. Se le puede comparar al francés
Oliver Messiaen, sin embargo, el arte de Hovhaness no está inspirado por la
religión, sino más bien por una fina sensibilidad musical de carácter
místico, enfocada en otros
intereses espirituales.
Su nombre verdadero era Alan Vaness
Chakmakjian, siendo sus padres armenios
y escoceses. Desde su niñez comienza a componer y adquiere una notable
habilidad para el contrapunto.
Su
estilo es bastante ecléctico: ha bebido en diversas fuentes de la variada
geografía del folklore musical, como lo atestiguan sus obras a lo largo de una
dilatada carrera. Gran admirador de la música de Sibelius, a quien conoció en
Finlandia en 1935. Después de esta
experiencia, escucha un concierto de música hindú en Boston, quedando fascinado
con el Oriente. Luego, buscando sus raíces étnicas y espirituales, empieza a asimilar la música de Armenia.
Viaja a la península de Corea en los años 50. Luego a la India y Japón
estudiando la música de aquellos países.
En
los años 60 se adhiere a la vanguardia musical, anticipando de esta manera la escuela
del minimalismo, con obras de larga duración, apoyadas en zumbidos estáticos.
Emplea en sus obras métodos aleatorios y clúster al estilo de Ligeti y
Lutoslawski.
El
legado musical de Hovhaness ,
impresionante por su tamaño con más de 450 números de opus, aunque no uniforme en cuanto a calidad, muestra una
fusión entre lo arcaico y lo moderno, el oriente y el occidente, en una visión
integral de la música, para deleitar los sentidos, sanar el espíritu y
disfrutar de la belleza. Música para
toda la gente.
Concierto No. 7 para orquesta, Op. 116.
Se
inicia con una suave y tierna melodía por parte de la flauta y el glokenspiel. El tema es llevado luego por un oboe. Combina
luego expresiones de fuerza y poder
gracias al empleo de grandes
recursos orquestales, con momentos de
mucha intimidad en sutiles toques de percusión.
El
movimiento intermedio es de carácter más dinámico en notas punteadas en los pizzicatos. El glockenspiel
ejecuta un tema en escalas pentatónicas. Hay un ambiente de tensión bastante
controlado que se disuelve poco a poco.
El
movimiento final abre con un dialogo entre la flauta y el glockenspiel. Luego
una brillante introducción por parte de los bronces da inicio a la doble fuga
en las cuerdas. La obra concluye de
manera feliz y apoteósica.
I.
Allegretto 5:00
II.
Allegro (Jhala-Scherzo) 4:00
III.
Double Fugue 12:24
The flowering peach. OP. 125. Música incidental.
Una
suite de concierto, compuesta en los años 50, en siete movimientos para acompañar a una obra
de teatro sobre el Arca de Noé. Esta
instrumentada para Saxofón alto, clarinete, arpa y percusión. Se
inscribe dentro del estilo de este compositor en donde emplea elementos y
técnicas de la música cristiana primitiva, de Armenia y de la India.
Sinfonía No. 2. Montañas Misteriosas. OP. 132.
Compuesta
en 1955. Fue comisionada y estrenada por Leopoldo Stokowsky, con la Orquesta
Sinfónica de Houston en el mismo año. Se estructura en tres movimientos, siendo
el segundo de ellos una doble fuga para una orquesta de cuerdas, al mejor
estilo de Vaughan Williams.
1.
I.
Andante con moto 7:42.
2.
II.
Double fugue- modetaro maestoso 5:50.
3.
III.
Andante espressivo 5:51.
Discografía.
Orquesta Sinfónica Royal Liverpool . Gerard
Schwarz. Telarc.
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