Es grato
escuchar una música impresionista hecha de opulentos empastes tímbricos,
evocadora de Jardines perfumados de la
lejana Persia envueltos en leyendas de cuantos de hadas. Fragancia de rosas,
malabares y jazmines en flor, nos traen sus notas al inconsciente. Sonidos tenues de la percusión. Noches misteriosas de secretos amores bajo la
luna llena. Atardeceres luminosos con
rayos dorados del sol irradiando desde el poniente. Magia. Poesía. Todo eso experimentamos con la música de Szymanowsky.
Karol Maciej Szymanowski (1882 - 1937) fue un
compositor y pianista polaco, por el carácter romántico e intimista de sus
obras, heredero de Chopin.
Szymanowski
estuvo influenciado por la música de Richard Strauss, Max Reger, Alexander
Scriabin y el impresionismo de Claude Debussy y Maurice Ravel. También tuvo
mucha influencia de su paisano Federico Chopin y de la música folclórica
polaca, y como Chopin escribió varias mazurkas para piano. Se nutrió de la música tradicional montañesa polaca, que
descubrió en Zakopane en las montañas meridionales de Tatra. Entre sus obras
escénicas está el ballet Harnasie para soparno coros y orquesta. Este ballet nos
recuerda al Príncipe de Madera de
Bartok y las Bodas de Stravisnky. Szymanowsky fue un músico bastante cosmopolita
y vivió en el París de los años 20.
Las obras
orquestales más conocidas de Szymanowski son sus cuatro sinfonías, en especial
la Sinfonía No. 3 Canción de la Noche
para coro y solistas y la Sinfonía nº
4, Sinfonía Concertante para piano y orquesta Op. 60 y sus dos conciertos para violín. Escribió
mucha música para piano, entre ella los cuatro estudios, Op. 4 (de la que la nº
3 quizás sea su obra más popular), algunas
Mazurkas y Metopas. Entre otras obras están los Tres Mitos para violín y piano P. 30, varias canciones (algunas con textos de James
Joyce), las óperas Hagith y Rey Roger y su Stabat
Mater OP. 53.
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