El surgimiento de una escuela musical autóctona de
gran fuerza en los Estados Unidos, después de la Primera Guerra Mundial, se debe en parte a la presencia en ese país del músico Ernest Bloch. Su alumno predilecto, Roger
Sessions, recibió su influencia y se apartó del estilo populista de Copland,
abriendo un nuevo camino entre el neoclasicismo de Stravinski y la atonalidad
de Schoenberg.
Ernest Bloch fue un compositor nacido en Suiza,
Ginebra en 1880 y luego naturalizado
estadounidense. Estudió música en el conservatorio de Bruselas con, el famoso
violinista y compositor Eugène Ysaÿe y
composición en Fráncfort del Meno con Iwan Knorr. Viajó por toda Europa visitando Múnich y luego
París. Al regresar a Ginebra, empieza a
componer su ópera Macbeth; y dirige
las orquestas en Lausana y Neuchâtel (1909-1910).
Francisco Rivero. Ernest Bloch. 2016 |
Bloch Ciudadano norteamericano.
Emigra, y se establece en los Estados Unidos en 1916,
convirtiéndose en ciudadano de ese país ocho años más tarde, 1924. En diciembre
de 1920 ocupó el cargo de director musical del recién creado Instituto de
Música de Cleveland, puesto que desempeñó hasta 1925. Entre este último año y
1930 fue director del conservatorio de San Francisco. Volvió a Europa en los
años 30, pero la presencia nazi le hizo regresar enseguida. Pasó en Suiza la
mayor parte de la década de 1930, antes de regresar a los Estados Unidos.
De 1942 a 1952,
enseñó en la Universidad de Berkeley, California. Entre sus alumnos más
conocidos se cuentan George Antheil, Roger Sessions, Douglas Moore, Bernard
Rogers, Randall Thompson, Herbert Elwell, y León Kirchner.
Las obras tempranas de Bloch incluyen su ópera Macbeth
(1910) y muestran la influencia tanto del compositor alemán Richard Strauss
como del impresionismo musical de Claude Debussy. Sus obras de madurez se
inspiran en la liturgia y la música folclórica judías. Entre dichas
composiciones se encuentran: Schelomo
(1916) para violoncelo y orquesta; la Sinfonía
Israel (1916); Baal Shem para
violín y piano (1923, con una versión posterior para violín y orquesta) y Avodath Hakodesh (Servicio Sagrado,
1933) para barítono, coro y orquesta.
La Rapsodia Americana.
Otras obras de este periodo incluyen un Concierto para violín escrito para
Joseph Szigeti y la Rapsodia América para
coro y orquesta.
Las piezas musicales escritas después de la Segunda
Guerra Mundial son un poco más variadas estilísticamente, si bien persiste en
ellas un tono esencialmente romántico. Algunas, como la Suite hebraica de 1950 continúan con la temática judía; otras, como
el segundo Concerto grosso (1952)
demuestran el interés del autor por el neoclasicismo.
Bloch fue también un compositor de cámara, dejando
obras valiosas como sus cuatro cuartetos de cuerda y dos quintetos para piano.
Murió en Portland
Oregón en 1959, víctima de un cáncer a los setenta y ocho años.
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