Aaron Copland representa en su música los valores esenciales
de la gran nación norteamericana. En sus tres ballets Rodeo, Billy the Kid y
Appalachian Springs describe las distintas costumbres de los colonos que
poblaron las llanuras. Su música sencilla de estilo neoclásico se derrama en
partituras de fuerte acento patriótico, en donde combina con éxito algunos temas
del folklore y sonidos modernos surgidos de la paleta de Stravinsky.
Francisco Rivero. Aaron Colpland. 2013.
La obra The Lincoln
Portrait compuesta en 1942 durante la segunda Guerra Mundial,es un poema sinfónico parta narrador y orquesta. Fue una declaración política de gran impacto en
momentos decisivos donde se necesitaba
levantar el espíritu de sacrificio del pueblo norteamericano, para entrar en la
contienda. Copland hizo el trabajo adecuado en aquellos momentos. La hermosa
introducción de unos siete minutos es una síntesis de todo lo mejor de Copland,
junto aalgunas citas de viejas
canciones patrióticas y melodías del oeste. El discurso de Lincoln es de
palabras muy conmovedoras con una voz suave y familiar.El mensaje de un verdadero demócrata es
convincente y llega a lo más profundo de la conciencia. Su mensaje aún
tienevigencia Debemos despertarnos o
liberarnos a nosotros mismos para poder salvar esta nación ( We must dis-enthrall ourselves, and then we shall save our country.)
Ironicamente, después de la Segunda Guerra Mundial el estilo
musical en Europa y los Estados Unidos, cambió bruscamente hacia lo experimental,
electrónico y atonal: entonces Copland sufrió mucho al verse desplazado del panorama artístico. Su música
repentinamente cayó en olvido, sus obras envejecieron prematuramente y su estilo pasó de moda.
Desde hace unos veinte años empezaron a surgir las grandes
violinistas, que copan la escena de la música clásica con sus magníficas
interpretaciones. Son mujeres fabulosas poseedoras de un don especial para la
música, además de un gran atractivo personal, mujeres bellas todas ellas y de
mucha sensualidad. Venden cualquier concierto con su imagen comercial en la caratula. Quizás
vivimos en un mundo donde la estética, la juventud y la plasticidad prevalecen sobre otros
valores. Quizás también estábamos
cansados de los violinistas gigantes del
pasado como Oistrhak, Menuhin, Perlman,…etc.
Entre todas destaca la alemana AnneSophie , sin lugar a dudas la reina de todas ellas ( ¿o, de todos ellos ?
) con su técnica impecable, precisa, capaz de ejecutar los autores modernos más
exigentes, como Bartok, Shostakovich y otros.En sus manos el violín se convierte en un cañón que atraviesa los cielos
con sus fulgurantes notas. También de la Deutsche Gramophon la norteamericana Hilary Hahn nos sorprende a todos con
maravillosas interpretaciones aunque un
poco fría. La violinista Sarah Chang ha grabado casi todos los conciertos
importantes con el sello EMI. Ella es de un estilo más claro y sutil, con una
calidez interpretativa más
aterciopelada, lírica y suave.
La violinista. Francisco Rivero. 2012.
La rusa Viktoria Mullova del sello Phillips ha dejado
grabaciones destacadas de autores de todas las épocas. Una más joven es la alemana Julia Fisher de gran encanto y serenidad,
quien además le pone magia a todo lo que toca. La Coreana Vanessa Mae en el
borde del espectáculo popular posee también grandes dotes. Todas ellas son
grandes maestras que han marcado una época.
He aquí una joven, china me parece, ejecutando el concierto para violín No. 2 de Bartok, con gran dominio y aplomo. Esta interpretación suena espectacular. A Ning Kam se la ve bastante cómoda escalando el Monte Everest de los violinistas. Sus dobles cuerdas, glissandos, tremolos y ponticelos son de gran altura. Al final hay unos estacatos poderosos que hacen vibrara la sala. La cancioncita gitana con la cual se inicia el concierto y finaliza, que casi embrracha al oyente, la toca ella con placer. Quizás esta promesa del oriente estará brillando dentro de poco como una estrella en el firmamaento de las grandes divas del violín. Mientras tanto espero que no me quiten este video de you tube para compartirlo con ustedes y disfrutarlo....
El quinteto para piano es un tipo de composición de cámara, en
tres o cuatro movimientos yel cual debe
ser ejecutado por un piano y otros
cuatro instrumentos. El quinteto clásico, surge como una confrontación entre un
piano como solista virtuoso y un cuarteto de cuerdas, a la manera concertante.
Fue concebido originalmente en el período clásico y romántico temprano,consiste de un piano y un cuarteto de
cuerdas, es decir, dos violines, viola y violonchelo. Los primeros quintetos,
como los de Bocherini,eran en realidad
para un pianoforte.Un segundo tipo de quinteto, llamado quinteto para piano
y vientos posee una instrumentación distinta, un piano más un cuarteto de vientos: flauta,
clarinete, fagote y corno (Trompa), con algunas pequeñas variantes, como elegir
un oboe en lugar de la flauta,….etc. Mozart y Beethoven se inclinaron más por
esta última fórmula que resultaba agradable y entretenida para el oído.
FRancisco Rivero. Shostakovich. 20055.
Mozart escribió varios quintetos para cuerdas, que están
entre los mejores de la literatura de cámara, pero sin embargo dejó uno sólo
para el piano: el Quinteto para Piano, Oboe, Clarinete, Corno y Fagote en mi bemol.
K452. En su juventud Beethoven compusoun
quinteto con la misma instrumentación e igual tonalidad: el Quinteto para piano, oboe, clarinete, corno
y fagote en mi bemolOp. 16 (1796).
Franz Schubert tuvo la genialidad de modificar el primer
tipo de quinteto, introduciendo cinco movimientos, y lo más importante,
incorporando un contrabajo, en lugar de dos violines, creando así uno de los
más bellos ygraciososquintetos de todos los tiempos El Quinteto para piano en La mayor Op. 114
(D667) en 1819, conocido popularmente cono Quinteto la Trucha. En realidad la idea no era original, pues
Hummel en 1802 ya había compuesto un quinteto con la misma instrumentación. La
introducción de un contrabajo ayuda al violonchelo a liberarse de de ejecutar
los registros más bajos, para fortalecer la armonías,permitiendo que su voz pase al primer plano
en funciones de solista. El pesado contrabajo con sus notas graves y roncas le
da un toque de humor al conjunto, del que antes carecía.
Robert Schumann deja la diversión schuberiana a un lado y vuelve a los moldes clásicos del quinteto para
piano tradicional (con los dos violines) en su Quinteto para piano en mi bemol MayorOp. 44. Igualmente se insertan dentro del modelo de Schumann los
quintetos para piano de Brahms y Dvorak, el primero dentro de los cánones
teutónicos de unromanticismo tardío
atormentado, nerviosoy dramático,el segundo quizás más sereno y lírico, pero ambos
bastante conocidos.
Sin embargo la cosa no muere aquí. La escuela francesa
retoma el modelo Schuberiano de manos de una dama: la compositora Louise
Farrenc (1804-1875), quien nos dejó dos
hermosos quintetos para piano, violín, viola, violonchelo y contrabajo, que han
sido injustamente olvidados. En Francia durante el siglo XIX, la música de
cámara no gozaba del mismo aprecio que en Alemania. Sin embargo encontramos
otros magníficos ejemplos de quintetos como el de Saint-Saens en la mayor de
1853 y el de César Franck de 1878. Esta tradición continúa en el siglo XX con
los quintetos de Faure, Reynaldo Hahn , Koechlin, Florent Schmitt y Louis Vierne.
La influencia del quinteto de Beethoven se siente en Rusia con el Quinteto para piano y vientos en si bemol(1876) de NIkolai Rimsky-Korsakov,
orquestado para piano, flauta,
clarinete, corno y fagote.
En el siglo XXeste
género del quinteto para piano ha tenido sus cultores destacados, con autores de
la talla de un Fauré, Bartok, Sibelius, Bax, Bohuslav Martinu y Schnittke.
Como ejemplo bastante conocido, mencionamos el Quinteto
para piano en sol menorOp. 57. de
Dimitri Shostakovich, para piano, dos violines, viola y violonchelo. ES una
obra de mucho aliento y que raya en lo sinfónico
por su gran variedad de ideas. Sin embargo es música convencional y de fácil audición, ya que fue
compuesta en 1940 en un intento por reconciliarse con la censura soviética, al
igual que la quinta sinfonía. La obra se
estructura en cinco movimientos: