domingo, 2 de enero de 2011

George Whitefield Chadwick un gran sinfonista norteamericano.

George Whitefield Chadwick (1854-1931) es ciertamente, uno de los grandes sinfonistas norteamericanos. Quizás el mejor músico de la primera generación de compositores de ese país. Lamentablemente, con la llegada de la siguiente generación de músicos nacionalistas formada por Aaron Copland, Georges Gershwin, Roy Harris y otros, su música fue injustamente marginada. Sin embargo posee grandes méritos, además de músico, como educador y reformador del Conservatorio de Nueva Inglaterra en Boston. Chadwick perteneció a un grupo selecto de cuatro autores de Masachusetts, junto a Horacio Parker ( Quien fue el maestro de  Charles Ives), Douglas Moore y la compositora Amy Beach, que forjaron el verdadero estilo americano.


Francisco Rivero. Chadwick. 2013.
Por cierto que Amy Beach y la Venezolana Teresa Carreño fueron grandes pianistas, amigas  y ambas casadas con músicos compositores. Beach le dedicó su primer concierto para piano a la Carreño.
Su segunda sinfonía en si bemol mayor, OP. 21 es quizás la obra más conocida de este compositor. Es una obra dentro del estilo romántico tardío europeo, pero dotada de un cierto sabor americano que aflora  por toda la partitura. Su orquestación es clara, bastante melódica y ligera. Hay influencias de varios compositores , entre ellos Schubert, Mendelssohn, Schumann y Bizet. Pero a pesar de esas influencias, la personalidad propia de este autor se afirma en la música.
La obra es de unos 36 minutos de duración y se estructura en cuatro movimientos:
            1. Andante non troppo.         11:36.
            2.  Allegretto scherzando        5:09.
            3. Largo e maestoso               8:49.
            4. Allegro non troppo.            10:03.
De los cuatro movimientos el segundo es el más original por las melodías y la dinámica bastante  variada, que crean una pieza muy amena. Es un scherzo vivo, donde no faltan los toques de  picardía y humor. El final en tono épico y solemne recuerda la Quinta Sinfonía de Schubert y la sinfonía No. 1 "Primavera" de Scumann, ambos coincidencialñmente en la misma tonalidad.
La grabación de Teodore Kuchar con la Orquesta Nacional de la Radio de Ucrania es bastante aceptable, se identifica con la mùscia y se concentra en ella de manera bastante emotiva y casi espiritual.
La otra obra que viene en el CD son los Bosquejos Simfónicos, del mismo autor, una suite bastante popular por sus temas de mucho sabor  americano.
El CD es  de la casa Naxos del 2003.

He aqui un video del segundo movimiento de la sinfonía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario